Vivimos en un mundo donde la tecnología se introduce en la vida de las personas cada vez a más temprana edad y las pantallas (incluida la TV) acompañan a nuestras generaciones desde la cuna.

Pero ¿sabemos realmente cuáles son las consecuencias cognitivas del uso en los primeros años de vida?

Quizás pocos reflexionemos sobre la importancia que la era digital ha tomado en nuestro desarrollo y existen numerosos intereses encubiertos a los que poco les gustaría que se sepa de esto.

Muchos padres y profesionales, llevados por la falsa creencia de que la tecnología es sinónimo de desarrollo, introducen a sus hijos en el mundo digital creyendo que por ser “nativos digitales” ya están preparados de manera diferentes a cómo lo estaban los cerebros de nuestros abuelos cuando nacieron.

De ahí nace la necesidad de compartir datos con rigurosidad científica que aporten luz a este asunto y que nos lleven a posicionarnos de manera crítica y reflexiva ante los acontecimientos que nos rodean.